A partir de la sanción de la Ley de Financiamiento Productivo que brinda nuevas herramientas financieras, las PYMES agropecuarias podrán operar con mayor fluidez en el mercado de capitales.

La Cámara de Diputados sancionó el 9 de mayo la Ley de Financiamiento Productivo aprobada por 159 votos a favor y 69 en contra, con aceptación de cambios introducidos por el Senado. Se trata de un proyecto presentado por el Poder Ejecutivo Nacional (PEN) en 2017 que busca “potenciar el financiamiento de las micro, pequeñas y medianas empresas, y lograr el desarrollo del mercado de capitales local”, además de mejorar la posición de la Argentina ante los inversores externos.  

Tal como lo remarcó Fernando Luciani, director ejecutivo del Mercado Argentino de Valores, “la Ley de Financiamiento Productivo tiene varios capítulos, entre ellos se reajustan y reordenan facultades de la Comisión Nacional de Valores. Un capítulo trata del financiamiento a partir de la Factura de Crédito Conformada: aquella PYME que le factura a una gran empresa pueda tener a partir de los 15 días de la emisión de la factura un cheque ejecutivo con el cual se va a poder financiar en el mercado de capitales”.

Luciani ejemplificó: “Cuando una PYME hoy en día le factura a una gran empresa, recibe el pago no inmediatamente sino a los 30 a 90 días, quedando perjudicada ya que no tiene flujo de caja para seguir trabajando.Esta ley contempla esta problemática, obligando a las grandes empresas a que a los 15 días que se produce esa relación comercial, la factura se transforme en un título ejecutivo, que es asimilable a un cheque que se pueda vender en mercado de valores.”  

El valor agregado que introduce esta Ley según Luciani es que esa PYME va a tener dos posibilidades para que se pueda financiar: la venta de la factura ya sea de agroquímicos, insumos o la empresa le va a poder efectuar un cheque de pago diferido que puede vender en el mercado. La suma de estos dos herramientas le va a permitir a las PYMES un esquema inédito hasta hoy.

En su experiencia económica esta medida “hace que haya un montón de crédito que se empieza a documentar, que eso lleva a que haya un sistema nuevo. Al ser un crédito comercial documentado en una factura cambia. Antes existía el factory, denominación técnica del descuento de factura, pero la legislación argentina no permitía que funcione bien. En este contexto de tasa es complejo cualquier esquema de financiamiento pero a mediano plazo va a comenzar a funcionar”, señaló Luciani.

Al respecto del alcance de la ley el referente del MAV aclaró que “cualquier tipo de PYME que lo desea puede contactarse con un agente de bolsa y a partir de ahí entra en el proceso.” En el caso de las PYMES agropecuarias recomendó hacer un fideicomiso, vender un cheque de pago diferido en bolsa, utilizar su soja para crear un warrance utilizándolo de garantía para venderlo en el mercado y así financiar su campaña.

Una alternativa para ingresar en el mercado

En cuanto a la participación de las PYMES agropecuarias  en el mercado financiero es menor que la media. “Generalmente no contactan al MAV directamente, al funcionar el MAV como un mayorista, las PYMES agropecuarias se vinculan principalmente con los agentes de negociación aprobados que son los que las ayudan a elegir la mejor alternativa o herramienta”, narró el director ejecutivo del organismo.

Desde su punto de vista, esto sucede debido a que “la PYME agropecuaria es menos sofisticada que otras, entonces tiende a usar menos las herramientas del Mercado de Valores. Tampoco hay un producto distintivo para ellas. Pueden entregarle la soja a un exportador y ese crédito ser la garantía para vender un cheque en bolsa.” Entre las opciones financieras que Fernando Luciani enumera se encuentran “el cheque de pago diferido y pagaré en dólares como productos estrellas, iniciáticos en el mercado para luego pensar en operaciones negociables. El mejor aliado es el agente de negociación”, remarcó.

Cómo influye la coyuntura económica internacional

Actualmente, Argentina enfrenta una economía con altas tasas de financiamiento. Como conocedor del tema, Luciani ratificó: “Es verdad que las altas tasas complican la gestión diaria pero están compensados por una suba del dólar, lo que les brinda un buen panorama a las PYMES agropecuarias. Es un panorama positivo. Excepto para el que no tiene soja para vender y no pudo recaudar algo, la tasa alta es una mala noticia. La ley no está pensada para una coyuntura complicada como la actual”. En referencia a este panorama general informó: “Parece que el dólar se va a estabilizar en torno a los 26 pesos y las tasas van a tener un tiempo de historia importantes que van a estar altas. Es un año complicado pero no tanto para el campo”.

Invertir en emprendedores

Luciani planteó  que Argentina “debe reprogramarse y reconfigurarse completamente. Hay que modificar la política fiscal, impositiva, de costos administrativos que afecta a las empresas. Tenemos que empezar a crear una industria general que cada día sea más eficiente y competitiva para exportar productos de calidad, valor agregado”.

Algunas soluciones a tener en cuenta que mencionó son: “Empezar a invertir en emprendedores, startups, basándose en las nuevas tecnologías. El cambio tiene que ser cualitativo.”

Por otra parte brindó un panorama alentador: “Argentina ha empezado a ordenar algunas variables económicas con este modelo económico y falta todavía modificar los grandes temas del país, sobretodo el gasto. Gastamos más de lo que producimos. Si bien existen brotes verdes en nuestro país como las industrias y las PYMES que brindan esperanza, todavía existe un sistema económico que gaste más de lo que produce. Los distintos sectores que están en el país a algunos le van mejor, y están creciendo”, concluyó.